La verdad sincera de un catedrático de universidad que no debes perderte!!

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Bien, hace ya unos meses que una persona por mensaje privado contactó conmigo para expresarme que estaba muy de acuerdo con mis artículos o posts, y en los cuales suelo hacer crítica de cómo está el panorama actual del mundo empresarial, y sobre todo, de la formación empresarial.

Es un profesor de universidad muy valorado y con gran prestigio en el ámbito de la formación, y que colabora también en la actualidad como docente en escuelas de negocios y otras entidades de formación (Coaching, Consultoría, etc) además de participar en charlas, conferencias, debates y simposios de índole empresarial.

Me pidió que omitiera los nombres propios y los lugares originales que me exponía en su escrito, y que mejor los cambiara por otros ficticios para así no dar pistas.

He dejado pasar un tiempo prudencial desde que me pasó el escrito para así, como me dijo, no dejar muchas pistas. Y bien, sin más dilación aquí lo pongo.

Desde aquí muchas gracias a esta persona por contar cosas que aunque ya nos la imaginábamos todos, pero que siempre es mucho mejor saberlo de primera mano por alguien que está dentro del llamémosle “tinglado”

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La sociedad líquida (Zygmunt Bauman) ha conseguido idiotizar a mucha gente. Hay gentes que salen en la tele porque tienen “negocietes” de formación, así tipo Coaching, y que ya por eso se creen que son alguien.

Hace siete años hice un programa de Coaching, del todo lamentable, que me costó más de 4.000 euros, en una entidad reconocida en dicha materia. Aurelio Sanchez (nombre ficticio) se llama el cabecilla.

Fui el único de los participantes que me quejé de aquél curso/programa. Por el contrario mis compañeros de promoción estaban todos encantados, a la vez claro, que ciegos. Ninguno protestaba. ¿Y sabes por qué?

Pues porque ninguno quería aceptar que lo que habían hecho era una mierda, y sobre todo por no quedar desprestigiados y ni mal parados por aquél curso que habían realizado.

En aquella época yo era profesor colaborador de una entidad de Coaching en Madrid muy conocida y quise regalar una sesión de formación a mis colegas de promoción en una aula que me prestó dicha entidad.

Ese día me lleve a un alto directivo de una entidad de Coaching, el cual sale a menudo en varios medios de comunicación, junto a otros altos cargos de otras entidades certificadoras de Coaching Empresarial y/o Ejecutivo.

El objetivo de la sesión que impartí era simplemente trabajar conceptos directivos y que estos expertos en coaching que invité propusieran herramientas de Coaching para cada caso.

Para ello utilice una película que es un vademécum de dirección.

La sesión fue un desastre porque los “expertos” en coaching no supieron aportar una sola idea desde el coaching a las situaciones directivas.

Yo estaba alucinado!!!

La sesión se produjo al final del programa y me quedé solo en el análisis. Me miraban como si fuera un marciano.

Tengo 57 años y llevo impartiendo formación de fondo, de la de poner en crisis, y durante 25 años he estado entrenando y resolviendo en las empresas más importantes de este país.

Jamás he visto tanta mediocridad como actualmente. Ahora se está produciendo algo muy pernicioso; la gente busca un camino fácil y se alinean a quienes les prometen lo imposible.

Unas cuantas palabras de moda, un listo con visión empresarial y ya se tiene el chiringuito montado. Aportación le llaman a lo que es un pago sin factura como una catedral, y si dudas te dirán que eres tan importante para el programa que no sería lo mismo sin ti.

Algunos hablan de neurociencia como si fueran médicos especialistas en neurología.

La mediocridad se está expandiendo y toca a escuelas de negocio y universidades que están en un paradigma interesado además de anticuado.

Instituciones que colocan botarates a su frente, relaciones públicas reconvertidos en rectores, prestigio comprado a precio de oro en escuelas de negocio y formación orientada a gente que nunca alcanzará una responsabilidad que justifique dicha formación y menos aún su precio.

Anuncios de empleo donde se buscan perfiles de astronauta, cuatro idiomas y experiencia acreditada a gente de menos de 30 años, una carrera y dos Masters.

Gente que no contesta los emails que no le gustan cuando eres incómodo porque no dejas de ser leal, fiel a tus principios y valores. Gente brillante a quien se niega una oportunidad por el hecho de serlo, miedo a dirigir el talento porque no se sabe…

La única solución es ir contracorriente. Y hay espacio para ello, pero claro, no es fácil y es un espacio muy pequeño. En ese pequeño escenario puedes vivir si eres muy rico interiormente, si has empezado a soltar lastre cuantitativo y emocional, si te puedes mirar al espejo y ver que no eres una oveja más, y sobre todo si has dejado de tener miedo, porque el miedo está orientado a la exclusión profesional con derivada directa a la pobreza.

Cada vez veo a más profesionales de acreditada valía desaparecer de los organigramas y de los puestos de responsabilidad. Paralelamente cada vez veo a más mediocres profesionales ocupar puestos de responsabilidad.

Las universidades no se digitalizan porque ello implicaría dejar de tener argumentos para seguir engañando a sus alumnos por el importe de las matrículas que les hacen pagar y que no se justifica en costes.

Un docente del máximo nivel cuesta en España entre 1000 y 1500 euros, que es lo que cobran en las más prestigiosas escuelas de negocios, mientras estas facturan cada matrícula a precios desorbitados; cuantos más alumnos mejor con la excusa de que hará usted networking.

Titulación a precio de oro, cuando en el nuevo paradigma en el que ya estamos la titulación no sirve para nada a no ser que dicha titulación implique firma.

Google está contratando chicos sin titulación porque lo que buscan es talento directivo y competencia visionaria y para eso no se necesitan carreras. Pero hay solución y como siempre es individual.

Quejarse sólo sirve para demostrar a los demás que no eres idiota, pero te haré una sugerencia… quizá porque ya he pasado esa meta volante.

En el estado avanzado de aceptación del entorno y una vez te has encontrado y situado en el, a lo que únicamente respondo ya es en el ámbito individual. Ahí no me dejo nada.

En el ámbito público creo que es una pérdida de tiempo y de energía porque es mucha la cantidad de gente mediocre que te etiquetara mal y no entenderán nada de lo que dices. Es un número muy superior sobre quienes prefieren la reflexión o sustanciar un momento de crisis como paso previo al cambio.

En este muy interesante y sobre todo, revelador reportaje que te pongo a continuación, realizado por un equipo de investigación de un programa de televisión (La Sexta – España) se puede «apreciar» lo que mucha gente desde hace ya tiempo viene diciendo y denunciando sobre el «negocio» que se está creando -ya lleva tiempo- por las Universidades y las Escuelas de Negocios -en España- las cuales están haciendo el «GRAN» negocio con las esperanzas de miles o millones de estudiantes, y sobre todo dejando a muchos de ellos endeudados, en la ruina, y en el paro.

¿Ése es el ejemplo educativo? ¿Ése es el ejemplo para quienes van a ser futuros directivos o empresarios? ¿Luego van por ahí hablando de Ética y Responsabilidad?

Lo malo es que encima muchos -interesados, claro- se ofenden o se indignan si se habla de esto, no les interesa que les echen el chiringuito abajo.

España, por desgracia sigue dando ejemplo cada día de una inmoralidad, falta de ética y falta de responsabilidad vergonzante por quienes precisamente tenían que dar más ejemplo que nadie. No es así todo el mundo, claro, pero sí hay mucha gente metida «en el ajo». El reportaje habla por sí solo. Que aproveche

Aquí se puede ver el vídeo de este reportaje >>> http://www.dailymotion.com/video/x5pycn4

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Muchas gracias por tu atención, atentamente

Juan J. Tamayo

Un comentario sobre “La verdad sincera de un catedrático de universidad que no debes perderte!!

  1. Qué gran verdad, falta el ingrediente político, que una vez conquistado el poder se encarga de colocar a los suyos en los puestos de responsablidad, para que les aplaudan los errores…
    Nada nuevo, por otro lado

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